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la historia
La Hacienda: concepto e historia.
El concepto de Hacienda procede del latín facienda, y su significado más habitual hace mención a una finca agrícola que suele tener carácter latifundista. Este sistema de propiedad tuvo su origen en España y luego se extendió a América durante el proceso de expansión colonial. La Hacienda incluía viviendas de importante valor arquitectónico y otras edificaciones menores destinadas a la labor en el campo. En el territorio americano las haciendas pueden compararse con los ranchos de grandes dimensiones que incluían plantaciones y minas en funcionamiento.
Los antecedentes del nacimiento de las Haciendas en México se remontan a mediados del S XVI de 1540 a 1620 posteriores a la Conquista de la Nueva España que genera las primeras cesiones de tierras a través de mercedes reales que dio Hernán Cortés a sus soldados como recompensa por los trabajos realizados. Las dotaciones de tierra para Estancias de ganado mayor vacuno, caballar y mular tenían una superficie de 1,755.61 has y las Estancias para ganado menor ovino y caprino median 780.27 has.
A finales del siglo XVI la economía española se había implantado sobre la economía indígena. La actividad minera constituyo el eje rector y móvil de la economía en la Colonia. La creciente demanda interna de productos agrícolas y ganaderos como azúcar, trigo y carne para los habitantes de la Nueva España, propicio la expansión territorial de las labores y estancias de ganados. Este fenómeno dio origen al surgimiento de la Hacienda.
Los descubrimientos de fuentes minerales dieron cabida a la fundación de centros de población anexos a las zonas de extracción y a las haciendas de beneficio. Para 1560 la producción de plata y las explotaciones agro ganaderas habían provocado profundas transformaciones en el territorio, en la economía y en la sociedad. La demanda jugó un papel importante en la creación de nuevas ciudades coloniales como Zacatecas, Pachuca, Taxco, Guanajuato y San Luis Potosí.
Durante el periodo de la colonia majestuosas construcciones fueron creadas entre estas se incluyen iglesias, catedrales, acueductos, mansiones y palacios muchos consideradas Haciendas.
Las Haciendas abarcaron distintos estilos arquitectónicos que van desde Fortalezas de estilo Morisco, italianas y francesas a Castillos Victorianos, dependiendo de la ubicación geográfica, el gusto de los dueños o el propósito de la construcción. Las construcciones de principios de siglo XVI fueron más sencillas pero las construidas a finales del XVIII fueron extravagantes tanto en arquitectura como en diseño de interiores.
La Hacienda en su acepción general significaba el conjunto de bienes posesiones y riqueza material que poseía un individuo en esa época. La extensión territorial variaba de acuerdo al tipo de unidad productiva, la calidad del suelo y la disponibilidad de tierra en una región determinada pero los latifundios más grandes se dieron al Norte del País teniendo extensión promedio de 5000 has. En zonas como Yucatán, Tabasco, Chiapas, Hidalgo, Tlaxcala y Puebla eran de 1,000 a 2,000 has. Mientras que en Oaxaca los hacendados poseían de 400 a 500 has.
Durante la Revolución de 1910 muchas haciendas fueron quemadas, fragmentadas, expropiadas o destruidas, sin embargo aun quedan miles de Cascos de las Haciendas que incluyen capillas, trojes, molinos, graneros, bodegas, trapiches, centros de beneficio, casas, caballerizas entre muchas otras. En la actualidad muchas de ellas prestan servicios turísticos como hoteles, restaurantes, museos y sitios para eventos bodas y banquetes y otras son colegios, orfanatos, conventos etc.
Las Haciendas, Casonas, Palacios, Misiones y Conventos en la actualidad son propiedades privadas o públicas y están distribuidas en todo el territorio nacional. Destacan por su belleza, arquitectura y construcciones las de las 7 ciudades consideradas Tesoros coloniales (Aguascalientes, Durango, Guanajuato, Querétaro, San Luis Potosí, Morelia y Zacatecas) y las de los 36 “Pueblos Mágicos” de México que tienen gran valor arquitectónico, histórico y colonial.
México tiene una enorme riqueza y tesoros en cultura, tradición, gastronomía, artesanías, pirámides y arquitectura colonial, además de un clima excepcional todo el año, reservas ecológicas y gran variedad de playas y gente hospitalaria. Estas características hacen de México un país privilegiado y único para recibir y entretener a turistas que buscan diferentes tipos de experiencias auténticas y únicas.
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